¿Qué es el síndrome del intestino irritable (SII)?
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno crónico del aparato digestivo que afecta a un 5-27% de la población de sociedades desarrolladas. Los síntomas típicos son dolor y distensión abdominal, gases abundantes y un ritmo de deposiciones alterado con predominio de estreñimiento y diarreas. El tratamiento, hasta hace poco, intentaba compensar los síntomas con la alimentación según cada caso, y no siempre daba buenos resultados. Sin embargo, recientes investigaciones apuntan que un tipo de dieta, conocida como ‘FODMAP‘, podría contribuir al alivio de estos síntomas.
¿Qué es la dieta FODMAP?
El acrónimo FODMAP resume las siguientes palabras: Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides and Polyols. Se trata de una dieta controlada en oligosacáridos, disacáridos y monosacáridos fermentables y en polioles. Es decir, una dieta en la que se controlan los hidratos de carbono que pueden no ser absorbidos al 100% en el intestino, provocando los síntomas anteriormente descritos.
Mecanismo de los carbohidratos
Los mecanismos por los que estos carbohidratos fermentables provocan síntomas intestinales se basan en dos procesos fisiológicos subyacentes:
1) Estos carbohidratos no se digieren, sino que son fermentados por las bacterias del colon, generando gases que pueden alterar el entorno luminal y provocar hipersensibilidad visceral en individuos susceptibles al dolor intestinal.
2) Se produce un efecto osmótico por el que los carbohidratos fermentables aumentan la cantidad de agua que llega al colon proximal, lo que causa alteraciones de la función defecatoria.
Alimentos a evitar en el síndrome del intestino irritable
En la práctica, evitar estos componentes significa evitar los siguientes alimentos:
- Cereales como el trigo y derivados, el centeno y la cebada; ricos en oligosacaridos.
- Frutas como la manzana, pera, sandía, melocotón, cerezas, moras, nectarinas o mango; ricas en monosacáridos.
- Verduras como la cebolla, ajo, alcachofas, espárragos, remolacha, coles de Bruselas, brócoli, puerro, coliflor o champiñones; ricas en oligosacaridos, monosacáridos y polioles.
- Legumbres en general: guisantes, lentejas, habas, judías blancas y garbanzos; ricas en oligosacaridos.
- Lácteos: evitar la leche y valorar la tolerancia individual de yogures y quesos; ricos en disacáridos. Escogerlos sin lactosa siempre que pueda. Tomar leche de avena enriquecida en calcio como sustitutivo de la leche.
- Miel; fuente de monosacáridos.
- Edulcorantes artificiales que contengan sorbitol (E420), manitol (E421), isomalt (E953), maltitol (E965) y xilitol (E967); fuente de polioles.
A raíz de varias investigaciones internacionales, se han desarrollado diversos estudios para analizar el posible efecto beneficioso de este tipo de dietas en pacientes con síndrome del intestino irritable. Todas las investigaciones en la materia indican que hasta un 70% de los pacientes que siguen esta dieta presentan una importante mejoría en los síntomas.
En Clínica Ojeda contamos con la colaboración del Dr. Ismael San Mauro para ofrecer un servicio de Nutrición personalizada para ayudar a personas con esta afección. Visite nuestra Unidad de Nutrición.
Dr. Ismael San Mauro
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