Test lactulosa. Pruebas de SIBO y disbiosis intestinal

El sobrecrecimiento bacteriano es un trastorno, no una enfermedad, en el que existe un exceso de población bacteriana en el intestino delgado, una región del tracto digestivo por lo general con escasa población de microorganismos.

Se define como más de 1.000 unidades formadoras de colonias por mililitro de secreción intestinal, pero para conocer este dato sería necesaria la realización de una endoscopia digestiva con aspirado de secreción intestinal y recuento en el laboratorio. Esta microbiota puede estar, además, alterada en su composición relativa.  

En Clínica Ojeda diagnosticamos el sobrecrecimiento bacteriano a través del test lactulosa.

La prueba que hoy en día sustituye más cómodamente al aspirado yeyunal es el test de sobrecrecimiento bacteriano (test de lactulosa o lactitol). Este test consiste en evaluar la variación de los niveles de hidrógeno y metano en el aire espirado, a intervalos de tiempo regulares, desde una situación basal y durante 3 horas tras la administración de una dosis calculada de lactulosa.  

La lactulosa (usado habitualmente como laxante) es un azúcar no metabolizable por el ser humano y fermentado por las bacterias intestinales, en cuyo proceso generarán hidrógeno y/o metano. Según el tramo del intestino en el que se produzca esta fermentación se establece el diagnóstico de sobrecrecimiento. La interpretación del test de lactulosa requiere experiencia para una evaluación correcta.

En la Clínica Ojeda disponemos de los conocimientos médicos y las herramientas diagnósticas necesarias para evaluar un posible sobrecrecimiento bacteriano y ofrecer el consejo médico y nutricional adecuados en función de los resultados obtenidos.

Dado que esta prueba requiere una preparación del paciente, se realiza mediante cita previa y por indicación de un especialista.

La Clínica Ojeda es punto de extracción para la realización por parte de Laboratorios Calderón de la prueba IBS-SMART-Test.
Este análisis, para el que se precisa una muestra de sangre fresca del paciente, evalúa la presencia de presencia de anticuerpos frente a la toxina de distensión citoletal B (antiCdtB) y autoanciuerpos antivinculina. Estos anticuerpos son generados por el sistema inmunitario de personas que han padecido una infección gastrointestinal de consideración.

Está indicado en aquellos casos de sobrecrecimiento bacteriano crónico y/o refractario al tratamiento y en casos de síndrome de intestino irritable en los que se sospecha que el inicio del cuadro clínico estuvo motivado por una infección intestinal.

Puedes obtener más información de este novedoso análisis en España en nuestro post del blog «SIBO Post-Infeccioso. Nuevo test diagnóstico IBS-SMART«.

Factores predisponentes del sobrecrecimiento bacteriano o microbiota alterada

Son muchas las situaciones que facilitan el desarrollo de un sobrecrecimiento bacteriano, tanto anatómicas, funcionales como metabólicas, pero las más habituales son: 

• Estreñimiento mantenido 
• Consumo crónico de antiácidos (omeprazol y similares) 
• Alteraciones anatómicas o posquirúrgicas que modifiquen el tránsito intestinal 
• Dieta rica en azúcares fermentables 
• Estrés e ingesta rápida de los alimentos 
• Determinadas alteraciones hormonales, etc. 

Los síntomas típicos del sobrecrecimiento bacteriano son la sensación de plenitud, hinchazón abdominal y gases a las 1-2 horas de haber comido, siendo más manifiesto cuando se realizan comidas ricas en azúcares o hidratos de carbono.  

En los casos más crónicos, dado que se puede llegar a producir una alteración de la barrera intestinal y otras alteraciones digestivas, existen alteraciones del hábito intestinal (con alternancia de estreñimiento y diarrea o con diarrea crónica), sensación de cansancio e incluso sensación de “niebla mental”, pérdida de peso, entre otros. 

Además, según el tipo de población bacteriana que predomine en el intestino, puede haber un exceso de bacterias generadoras de histamina y asociarse síntomas de histaminosis no alérgica (picores en la piel, migrañas, retortijones abdominales, vértigos, dolores musculares, etc.)

La disbiosis en un desequilibrio cualitativo y/o cuantitativo de la composición de la microbiota.
Se han identificado más de mil especies bacterianas diferentes agrupadas en filos:

• FIRMICUTES (Faecalibacterium, Lactobacillus, Clostridium, Enterococcus, Roserburia…)
• BACTEROIDETES (Bacteroides y Prevotella)
• ACTINOBACTERIAS (Bifidobacterium)
• PROTEOBACTERIAS (Escherichia, Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Serratia…)
• VERRUCOMICROBACTERIAS (Akkermansia)

También se dividen en grupos funcionales: bacterias protectoras, inmunomoduladoras, muconutritivas, proteolíticas y hongos y levaduras.

Su principal papel es recuperar y generar energía y nutrientes a partir de los alimentos y mantener la homeostasis del medio intestinal.

Las causas de disbiosis son múltiples:

• infecciones intestinales
• abuso de ciertos fármacos (AINES, corticoides, antibióticos)
• factores intrínsecos (hipoclorhidria, déficit de secreción de enzimas pancreáticas)
• dieta (dieta proinflamatoria, deficitaria en vitaminas y minerales, masticación insuficiente)
• tóxicos ambientales (tabaco, alcohol, pesticidas, químicos y tóxicos ambientales)

Las consecuencias de la disbiosis son la alteración de la barrera intestinal y de la capa mucosa que recubre las células, el aumento de permeabilidad intestinal, el déficit de producción de ácidos grasos de cadena corta (butirato, propionato, acetato), el aumento de producción de aminas biógenas (histamina, tiramina, putrescina, cadaverina) con actividades vasoactivas y psicoactivas y el aumento de producción de amoníaco por las bacterias proteolíticas incrementadas, siendo éste tóxico para el organismo.

El estudio de microbiota intestinal se realiza a partir de una muestra de heces del paciente, por laboratorios específicos, mediante técnicas de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) que analizan copia del ARN de bacterias, hongos y levaduras y/o por cultivo de las heces en medios específicos.

Esta evaluación permite conocer el estado de los distintos grupos funcionales de bacterias intestinales, la presencia de hongos y levaduras, así como la determinación por técnicas genéticas de los 6 parásitos intestinales más presentes en nuestro medio.
Además, con este mismo test, se pueden evaluar la situación de distintos parámetros indicativos de la salud intestinal que informan de la posibilidad de inflamación intestinal, permeabilidad intestinal, digestión de alimentos, etc.

Hay varios laboratorios que realizan estos análisis. En la Clinica Ojeda trabajamos con el Instituto de Microecologia y solicitamos el análisis de Disbiosis Kybercompact Pro (que puede ser más o menos complejo, según el número de parámetros que se analicen).

Ejemplo de analítica para el diagnóstico de la disbiosis intestinal:

El manejo de la disbiosis intestinal es complejo, pero en general se realiza con eliminación de hábitos tóxicos, control de estrés, una buena higiene del sueño, cambios en la alimentación, probióticos y prebióticos. Es un campo emergente de la Medicina, sujeto a cambios en los próximos años según vayamos conociendo más a estos billones de microrganismos que nos colonizan y sus interacciones con el organismo humano.