Investigación inducción de tolerancia a cacahuete y cambios en ADN
Desde Clínica Ojeda comentamos esta interesante noticia publicada en la página web de US News sobre la investigación de inducción de tolerancia a cacahuete. En ella se explica de forma detallada cómo los alergólogos de la universidad de Stanford han observado modificaciones en la expresión génica de una proteína, denominada FOXp3, en niños sometidos a tratamiento de inducción de tolerancia a cacahuete.
De forma breve, los investigadores consiguen inducir tolerancia a cacahuete en un grupo de 23 niños alérgicos a este alimento mediante un protocolo de inducción usando harina de cacahuete y alcanzar una dosis de mantenimiento equivalente a 4 gramos de cacahuete al día. Al cabo de 27 meses de estar en esta dosis, a un pequeño subgrupo de 7 niños se les interrumpió la administración de la ingesta de cacahuete durante 3 meses, reintroduciéndose posteriormente para verificar si estos niños volvían a tolerar el cacahuete y se habían por tanto curado realmente o si, por el contrario, volvían a reaccionar y, por lo tanto, lo que tenían era lo que denominamos una tolerancia condicionada a la ingesta habitual del alimento.
Hallazgos de la investigación
Pues bien, observaron que sólo 3 de estos 7 pacientes volvían a tolerar el cacahuete sin problemas, mientras que los otros 4 volvían a reaccionar. Comentar que estudios similares se han hecho en Alemania y en España (Dr. Escudero, Hospital del Niño Jesús de Madrid) en niños sometidos a desensibilización a huevo o leche, obteniéndose un porcentaje de curación real de aproximadamente un 30 % de los niños en que se ha probado a interrumpir el alimento durante 1 mes estando ya en fase de mantenimiento de desensibilización.
Lo sorprendente de la investigación de los autores americanos es que analizaron la expresión de un gen que regula una proteína, FOXp3, que está implicada en la regulación de la trascripción de genes que regulan la función de los linfocitos, una de las células principales de muchos tipos de respuestas del sistema inmunitario, incluyendo las enfermedades alérgicas. Lo que los investigadores observaron al comparar la expresión del gen FOXp3 de los niños desensibilizados con el de sujetos sanos es que el tratamiento de inducción de tolerancia a cacahuete conseguía que la expresión de este gen volviese a una situación de normalidad. Además, analizando la expresión de FOXp3 de los linfocitos T reguladores, se podía distinguir qué niños se habrían curado realmente de los que volvían a reaccionar tras la suspensión-reintroducción del alimento.
Conclusiones
De esta forma, es muy probable que en un futuro próximo pudiesen estar disponibles análisis genéticos que permitan predecir la curación real en niños sometidos a un tratamiento de desensibilización. Hoy en día, la única forma disponible clínicamente es la prueba de ensayo-error. Es decir, tras un periodo largo en fase de mantenimiento de la ingesta regular del alimento, se interrumpe dicha ingesta durante al menos un mes y se reintroduce el alimento. Si no hay reacción podemos hablar de curación real y si vuelve a haber, hablaríamos de tolerancia condicionada. Evidentemente, son muy pocos los pacientes (y sus padres) que, después de haber hecho el esfuerzo (y tener la valentía) de someterse a un tratamiento de desensibilización y estar tomando normalmente el alimento en su dieta estén dispuestos a quitarlo para saber si se han curado realmente o no; esto es especialmente cierto cuando realizamos desensibilizaciones con alimentos de consumo habitual como la leche o el huevo, pero puede ser que tenga más sentido saberlo en desensibilizaciones con alimentos de consumo menos frecuente.
En nuestro Centro tenemos ya experiencia con más de 10 pacientes desensibilizados a cacahuete (toda la información disponible en nuestra página de Inmunoterapia Oral con Alimentos). Les aseguro que para estos niños es un esfuerzo tener que tomar cacahuete a diario para mantener su tolerancia. Desde luego sí sería muy útil, y un gran avance, poder hacer un simple análisis genético y decirles: «Pedrito, tú tienes que seguir tomando el cacahuete todos los días porque si no vas a perder la tolerancia alcanzada» o, por el contrario, «Susanita, ya no hace falta que te tomes el cacahuete todos los días porque te has curado; lo puedes tomar cuando a ti te apetezca, como cualquier niño no alérgico». ¡Vaya diferencia! ¿No?
Dr. Pedro Ojeda
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